Teniendo en cuenta que el sistema de calefacción es el que más consumo energético produce en nuestra factura eléctrica, el interés del usuario por analizar y conocer los diferentes modelos que existen en el mercado para escoger el más eficiente para su vivienda constituye un deber fundamental para la economía del particular. Es importante tener en cuenta que cada hogar es distinto y, por lo tanto, precisará de un sistema más que de otro.
Conscientes de la crisis climática que amenaza al planeta, y de todas las permutas irreversibles que ha generado, es necesario crear una conciencia medioambiental en el uso de la energía como un bien necesario que se debe moderar y regular su consumo, puesto que la sobreexplotación de recursos provoca una capa de efecto invernadero que perjudica gravemente nuestra salud.
Para revertir por completo esta tendencia, además de establecer un cambio de mentalidad más abierto entre la sociedad y ser consciente del peligro que genera el uso indiscriminado de sistemas eléctricos pueden ayudar a que, poco a poco, se reduzcan las altas emisiones de gases contaminantes.
En este sentido, se estima que los sistemas de calefacción representan cerca del 50 % de la factura de gas. Supone casi la mitad de los datos. Por eso es tan relevante escoger el mejor sistema, que no siempre es el más económico, sino que, más bien, se trata del que mayor ahorro y eficiencia producen en nuestra vivienda.
Previo, entonces, a conocer los diferentes proyectos establecidos en el mercado ideales para el inmueble, es imprescindible tener en cuenta tres aspectos determinantes para la toma de decisiones:
- Lo primero y esencial, las características de la casa: su distribución y forma.
- El uso de los espacios de la vivienda: si la unidad familiar es más de reunirse en el salón o más bien se actúa de manera independiente.
- Por último, la climatología, es decir, si la posición de la casa se encuentra localizado en un lugar en el que se ofrece mucha luz o si, por el contrario, es más oscuro y tenue.
Una vez estos factores se han analizado, se puede proceder a conocer con mayor detalle las opciones que se disponen y, sobretodo, cuál puede permitir un mayor ahorro en nuestro inmueble:
Calefacción por aire acondicionado
Su uso es el mejor conocido porque genera tanto aire calor como frío, de tal manera que solo es necesario instalar este sistema para poder disfrutarlo tanto en inverno como en verano sin depender de dos modelos diferentes para cada ocasión. Su mayor ventaja es que se postra sobre ambientes de costa y en zonas climatológicas estables.
No obstante, su mayor baza son los posibles problemas de salud que puede causar su exposición, ya que expulsa aire seco por la boca de ventilación, pudiendo causar perjudicial para la garganta.
Calderas de gas natural
Sin duda alguna, se trata del sistema más demandado y recomendado para los hogares de España. Atendiendo a sus características, es el ideal para nuestra climatología. Caldea grandes entornos incluso en zonas geográficas donde se dispone de temperatura bastante bajas. Su calidad-precio es lo que la colocan como la apuesta más fértil de esta categoría.
La desventaja más grande es el acceso limitado. Si bien su instalación es sencilla para los hogares céntricos, puede que en ocasiones no llegue el suministro a determinadas zonas del exterior o alejadas de las ciudades.
Calefacción por butano y propano
La calefacción por gas propano aseguran un rendimiento estable en el interior del hogar. Se asemejan a las de gas natural por su rápida instalación, con la diferencia de que son combustibles más caros, pero su alcance es mucho mayor.
Su principal aspecto negativo, que a su vez es positivo, es que el usuario depende de bombona de gas butano que debe comprar y almacenar en el hogar para asegurar que dispone de un recambio en el momento en el que se agota. Este aspecto puede ayudar al ahorro mediante el control de la compra de las bombonas, pero al mismo tiempo, el consumidor no debe olvidar de adquirirla con antelación.
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